martes, 18 de marzo de 2014

LA IMPORTANCIA DE LA TRIPLE R: REDUCIR, REUTILIZAR, Y RECICLAR

Foto: Reducir, reutilizar y reciclar 

Todo el mundo habla de lo importante que es reciclar, pero ¿por qué? 

El reciclaje es un proceso por el cual los materiales de desecho son sometidos a tratamientos que permiten su transformación en nuevas materias primas o productos. Supone por tanto un ahorro de materias primas, algunas de las cuales sólo pueden obtenerse mediante procesos extractivos muy costosos y contaminantes.

Para hacernos una idea, por cada tonelada de aluminio reciclado se evita extraer cuatro toneladas de bauxita, el mineral a partir del cual se obtiene el aluminio y cuya extracción resulta costosa y muy contaminante; y por cada dos toneladas de plástico reciclado se ahorra una de petróleo. Así mismo, reciclar el acero contenido en la hojalata permite reducir hasta en un 86% la contaminación atmosférica producida en el proceso de extracción y fabricación del mismo.

Además reciclar supone disminuir el volumen final de residuos que van a parar al vertedero; ya que reciclar 3.000 botellas de vidrio supone 1.000 Kg de residuos menos que van aparar al vertedero.Y por último, reciclar permite preservar recursos naturales tan importantes como el agua, la madera, y los minerales. Ya que cada tonelada de papel recuperado contiene tanta fibra celulósica como 4 m3 de madera, lo mismo que unos 12-14 árboles.

Reciclar supone dar a cada residuo el tratamiento más adecuado a su naturaleza y, para ello, los desechos deben estar agrupados y separados correctamente, y esta tarea recae generalmente sobre el ciudadano, que habrá de depositar cada residuo en el contenedor que le corresponda o en el punto de recogida asignado.La correcta separación de los residuos hace que su tratamiento sea más efectivo. Así, materiales como el vidrio, el papel, o el plástico que se reciclan son de mejor calidad si los residuos de los cuales proceden están limpios; y el abono orgánico obtenido por compostaje resulta más saludable para los cultivos cuanto menos haya estado expuesto a sustancias tóxicas.

En España la producción de residuos urbanos crece cada año, tanto que a finales de los años 90 del siglo pasado cada español originaba 1,036 kilos de basura por día, una década después esa cifra ha subido hasta los 1,4 kilos diarios. Si estos datos no resultan inspiradores, podríamos añadir además que reciclando ahorras dinero, pues los residuos mezclados (en el contenedor gris) deben ser gestionados por los ayuntamientos, que deben hacerse cargo del coste de la recogida, transporte y tratamiento de los mismos.

 Los costes municipales de la recogida, transporte y tratamiento de los residuos mezclados “todo en uno” suponen una parte importante de los presupuestos anuales de nuestro ayuntamiento. Cuanto más mezclemos nuestros residuos más dinero tendrán que dedicar a recogerlos (dinero que se quitará a otros sectores: educación, asistencia social, parques, etc.). Los ciudadanos pagamos una parte de la recogida de los residuos mezclados a través de las “Tasas o impuestos municipales de basuras”. Cuanto más
mezclemos nuestros residuos más subirán estas tasas para poder hacer frente al alto coste que les supone a los ayuntamientos.

Además el reciclaje de residuos genera empleo, pues crea diez veces más puestos de trabajo que su eliminación en el vertedero, según un informe publicado por Friends of hearth en 2010. Y evitaremos también la creación de nuevos vertederos, puesto que la mayoría de los residuos se pueden reciclar, muy pocos residuos acabarían enterrados en un vertedero, por lo que se alarga de forma muy importante la vida útil de nuestros desechos. Y está claro que contribuye muy favorablemente a la imagen de nuestro entorno, creando destinos turísticos y de ocio de calidad para nuestro propio disfrute y beneficio.

También hay que decir que “Reducir” es mucho más importante que “Reciclar”, ya que una política sostenible de residuos debe perseguir siempre su minimización, por lo que la reutilización y el reciclado suponen una recuperación de las materias primas y su reintroducción en los procesos productivos, pero no pueden evitar que los materiales, antes o después, acaben convirtiéndose en residuos. Por ello la mejor estrategia es la de la prevención, especialmente aplicada a aquellos residuos de difícil aprovechamiento,
tóxicos o peligrosos. El mejor residuo será siempre aquel que nunca llega a producirse. Es algo inminente educar en materia de conservación a las nuevas generaciones pues son el futuro de nuestra pervivencia, y por tanto deben aprender a respetar el entorno en el que conviven con otras especies y seres vivos. Aplicando el método de la “Triple R” aseguraremos nuestro futuro en un entorno digno, limpio y saludable donde habitar, crecer y disfrutar. Y en definitiva no es algo que resulte demasiado complicado.

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